4 años del 11-A PROHIBIDO OLVIDAR

NO QUIERO ENTRAR EN POLITICA...PERO ME DUELE....


El recuerdo de los hechos del 11 de abril de 2002 sigue vivo en la memoria de todos los venezolanos. Aquel fatídico día cambió para siempre el rumbo del país; en la actualidad el clima de violencia ha aumentado, los ciudadanos cada vez se sienten más desvalidos y temerosos.Han pasado ya cuatro años y el sector opositor continúa conmemorando la fecha como la “Masacre de El Silencio”, mientras que los afectos al gobierno insisten en celebrar por todo lo alto el “aniversario del rescate popular del hilo constitucional”.

Cabe recordar que los sucesos del 11-A no se producen como un hecho aislado, más bien fue el resultado de las circunstancias delicadas que se venían presentando en el país, desde hacía ya unos meses, consecuencia del constante enfrentamiento entre el gobierno, la oposición y sector empresarial.

Existía un clima de tensión y descontento por parte de la sociedad civil, lo cual generó la convocatoria a un paro cívico nacional, que finalmente fue desarrollado el 11 de diciembre del 2001, como medida de protesta ante el gobierno.

Durante el primer trimestre del año 2002 se perpetraron constantes ataques a los medios y periodistas, peleas del ejecutivo con la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), liderada por Carlos Ortega, insubordinación de militares, multitudinarias marchas opositoras, entre otros acontecimientos.

La CTV junto Fedecámaras, cuyo presidente era Pedro Carmona, convocaron para los primeros días de abril a otro paro nacional, el cual contó con el apoyo masivo de diversos actores sociales y políticos del país.

La masacre

El 11 de abril del 2002 el pueblo capitalino acudió, lleno de energías y esperanzas, a la marcha que partiría desde el Parque del Este hasta la sede de PDVSA-Chuao, para pedir la renuncia del presidente Hugo Chávez Frías.

Según expertos “el volumen de personas que estuvo presente en esa multitudinaria manifestación no se había visto nunca en la historia política contemporánea del país”.
Todo transcurría con total normalidad y los manifestantes repentinamente decidieron dirigirse al Palacio de Miraflores, donde ya se estaban concentrando los seguidores del gobierno.

Cuando la marcha estaba a pocos minutos de su destino, Chávez encadenó todos los canales televisivos, que a los pocos minutos de haber comenzado la alocución del Presidente decidieron dividir las imágenes para mostrarle al público la realidad de los hechos.
En plena cadena se observó la caída de muertos y heridos, de ambos bandos, según testimonio de los asistentes a causa de francotiradores apostados en la zona y hombres disparando desde el Puente Llaguno.

El tiroteo desatado en los alrededores del Palacio Presidencial dejó un saldo de 19 personas fallecidas y más de cien heridos.
Durante esa noche se concreto el llamado “golpe de estado” por parte del gobierno, o el “vacío de poder” calificado por la oposición, que en definitivas cuentas sacó del poder a Chávez por 47 horas.

El 12 de abril de ese año el empresario Pedro Carmona se autoproclamó Presidente y disolvió todos los poderes públicos, situación que generó fuertes protestas en Caracas, principalmente en los alrededores de Fuerte Tiuna, donde estuvo recluido Chávez.

Al día siguiente, Carmona renunció al gobierno y restituyó los poderes públicos, Diosdado Cabello asumió la presidencia de la República y el mandatario nacional llegó en helicóptero a Miraflores pasadas las tres de la madrugada del domingo 14 de abril, procedente La Orchila, donde la FAN lo mantuvo detenido.

Luego de los hechos...

Fue creada la llamada Comisión de la verdad, a fin de investigar los hechos, sin embargo, han pasado ya cuatro años y el país aún no tienes una repuesta clara de lo sucedido.
Muchas personas opinan que la verdad del 11- A está muy lejos de conocerse por completo. Todo el mundo tiene su propia visión y su historia real al respecto.
Los medios también resultaron afectados .

El tiroteo del 11-A alcanzó la humanidad de diversos trabajadores de los medios venezolanos.
Muy nombrado fue el caso de la muerte del reportero gráfico del Diario 2001, Jorge Tortoza; las graves heridas del efectivo de la Dirección de Servicios de Inteligencia y Prevención (Disip), que vestía prendas similares a las usadas por los fotógrafos.

También está el caso del reportero gráfico Jorge Recio, quien quedó impedido de caminar luego de recibir un impacto de bala; además de esto ese día una cantidad considerable de trabajadores fotográficos resultaron heridos.

El clima de peligro que acechaba a los trabajadores de los medios, no impidió la difusión de las imágenes que mostraban a personas identificada como seguidores del oficialismo, disparando armas cortas desde el Puente Llaguno