miércoles, abril 18

Dura realidad versus vocación de servicio

El acceso a la zona no es fácil: las vías de acceso no están asfaltadas. De hecho, llegar ahí no es lo único difícil. Muchas casas son de bahareque, con techos de zinc. En rigor, no se les puede llamar “casas” pero es el único techo que tienen estas familias.

Se trata de ranchos donde pueden entrar hasta 17 personas entre adultos y niños, que viven en condiciones durísimas: no tienen tuberías para las aguas negras, por ejemplo. El resultado es que los desechos fluyen libremente en el interior de la vivienda o en el patio.

Una familia de 7 adultos (dos hombres y cinco mujeres) más 10 niños se mueve en un entorno formado por desechos fecales, basura, cadáveres de animales en descomposición, basura regada por doquier y la pobreza más terrible. Los niños están desnudos, tienen tiempo sin bañarse. Una costra de mugre cubre sus cuerpecitos, sus vientres están redondos, hinchados; pareciera que se hubieran echado laca sin peinarse antes. Sólo que en este caso la “laca” es suciedad y mugre acumulada.

La casa no tiene muebles. No tienen cocina a gas o eléctrica, la poca comida que consiguen la preparan a leña. Ni las mujeres ni los hombres trabajan. Todos subsisten con lo que consiguen entre la basura o con comida. Los niños fueron procreados por los adultos que, de paso, son primos. O sea, las relaciones son casi que incestuosas. Así, la diferencia de edad entre los niños es muy poca. Y en dos platos, los dos hombres son pareja de las cinco mujeres.

Son 10 niños pero pudieran ser 12: uno murió al año por desnutrición y al segundo lo mató el descuido de su mamá, que lo asfixió sin darse cuenta mientras lo amamantaba. Lo pegó demasiado a su pecho y le bloqueó la nariz sin darse cuenta. Las enfermedades respiratorias son cosa de todos los días. También sufren afecciones de la piel y gastrointestinales. Hay maltrato familiar e infantil.

Pese a todo, la vida sigue para ellos. De vez en cuando reciben donaciones y ayudas del gobierno pero no mucho más. Sus vecinos están en la misma situación. Es un lugar en donde la colaboración, además, brilla por su ausencia. Nadie ayuda a nadie y al contrario, si se puede, la gente busca salir de sus dificultades a costa de otros. Es la ley del más fuerte. Lo increíble es que los habitantes de ese sitio viviendo en la más grande penuria aún esperan ayuda. De quién? Será de Dios.... porque el gobierno revolucionario dudo que entre allí.

¿Saben qué más? Esto no es invento de su Mae. Es real. La zona es denominada ZONA ROJA de dicha población. Tanto así que voy con una libreta pequeñita de tomar notas, el lapicero en la cabeza, con la plata para pagar el pasaje en el MOTO TAXI y copia a color de la cédula no les digo más ná, imagínenselo ustedes.

Y no ocurre en Haití ni en África. Sucede en Yaritagua, Yaracuy. En nuestra Venezuela. Ese es el sitio en donde empecé a hacer mis prácticas profesionales esta semana.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Dantesco el cuadro querida Mae. Y me pregunto, si la escena se repite en muchas partes de mi querído país, ¿por qué regalamos tantos millones de dólares en el exterior? ¿Por qué le pagamos 150 dólares por persona a unos ciudadanos argentinos para que vayan a llenar un estadio y aplaudir ficticiamente al que te conté? Es un drama mi querída Mae, ¿no lo cree?

Anónimo dijo...

Y te mandan a hacer tus prácticas a un lugar donde la gente tiene unas necesidades vitales que deben ser cubiertas antes de pensar siquiera en la educación. ¿Qué puede aprender una persona en esas condiciones? sin comida, sin salud.

Unknown dijo...

y pensar que esas cosas ocurren en un país lleno de recursos como este...increible
Además coincido totalmente con maléfica, quien puede pensar siquiera en educarse cuando no se tiene que comer.
Saludos Mae, espero que tus prácticas no sean tan duras

Jorge Torres Moreno dijo...

Aparte, me quedé pensando en algo: seguro que en época de elecciones, los políticos de la quinta sí pasan por ahí. Se acuerdan de la gente cuando necesitan los votos, les prometen un poco de cosas y luego, cuando ganan, chao.

Un besote, mi amor. TAM

Anónimo dijo...

Amiga, esto que cuentas no es solo exclusivo de tu país, tristemente se ve en todos lados y la realidad es tan triste.
Espero de corazón que esto no te cause depresión pues yo se que vas a tratar de ayudar a esa gente hasta donde tus recursos te lo permitan. Animo.

Unknown dijo...

y es bueno tener la oprtunidad de plasmarlo así sea en un blog, que se lea, que se reflexione, aunque lo vital es que nuetrso país tome conciencia...entristece el corazón y quizas un comentario no hace nada de nada. Mucho éxito, me alegra que pongas tu granito de arena1